“Señor, haz de mí el instrumento de tu paz…” y “Fiat
voluntas tua”

Este deseo no puede realizarse
sin la ayuda de cada uno de nosotros: he sentido esta llamada y Dios me da cada
día su gracia que me ayuda a discernir mí vocación. ¿Cuál es tu contribución a
la construcción del Reino de Dios en este mundo? ¿Sabias que hay una vida que
merece de ser vivida? ¿Sabias que hay una manera de vivir siempre feliz en una
vida el la cual nada te faltará?
Creo que tú has visto mucha gente
tener dinero y perderlo. Tú has visto mucha gente tener la belleza física y
perderla poco después. Tú has visto mucha gente tener amigos y perderlos poco
adelante. Tú has visto mucha gente tener la salud y sufrir de las enfermedades
durante toda la vida.
Has visto la gente tener poder y
pederlo después. Tu has visto mucha gente tener los bienes de este mundo pero a
un momento dado en la historia, han perdido Toto y nada les queda.
Pero hay un bien que no cambia en
la historia. Hay un bien supremo que está por encima de todos los bienes de
este mundo que se acaba con el tiempo. Hay un bien que no se busca por lo que
nos da (como placer, satisfacción física, utilidad), pero por lo que es: este
es un Ser supremo, la verdadera Verdad, el Camino, la Vida, el Amor, el Hijo de Dios, Jesús, Dios. Dios es
Dios, dador de vida, dador de la vida eterna, dador de la felicidad, principio
y fin de la vida del hombre. El que ha descubierto esta verdad, no le falta
nada: vive siempre feliz en su vida sin ningún sufrimiento porque es la
finalidad de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario